Introducción a los Arcángeles

Los arcángeles son unos poderosos agentes de amor divino. Volver a conectar con el mundo natural, donde las fuerzas no humanas dominan con más fuerza frente a un entorno urbano, puede ser forma muy eficaz de sintonizar con la energía cósmica.

La tarea de los arcángeles es cuidar de los otros ángeles y de la humanidad. Con respecto a los arcángeles hay distintos listados. La lista mas conocida es la de pseudo Dionisio que incluye a Miguel, Rafael, Gabriel, Uriel, Chamuel, Zadkiel y Jofiel.

La iglesia cristiana solo acepta a Miguel, Gabriel y Rafael. Uriel es excluido porque no se lo menciona en la Biblia.

En el Islam sólo se reconocen a Miguel, Gabriel, Israel y Azrael, siendo Miguel y Gabriel mencionados en el Corán.

Estos dos arcángeles aparecen en todas las listas.

Miguel, Gabriel,  Rafael y Uriel son los Arcángeles mas conocidos en la tradición judeocristiana. Uriel y los otros tres arcángeles (Chamuel, Zadkiel y Jofiel), se consideran ARCÁNGELES OCULTOS, ya que son mencionados en diversos escritos de la tradición judía pero no fueron reconocidos posteriormente por la tradición católica.

Arcángel Rafael

 Honestidad, creatividad, educación, curación, viajes, integridad, unidad. Curó la ceguera de Tobías y acompañó a su hijo en un largo y peligroso viaje.

Es el ángel guardián de toda la humanidad. Se lo conoce como el “médico divino” y brinda compasión y curación. Se lo invoca para alejar enfermedades y proteger en los viajes. Su nombre significa “medicina de Dios” o “Dios cura” y siempre ha estado asociado con la sanación de problemas físicos, mentales, emocionales y espirituales, y también con la enseñanza. Es el protector de la salud. Su tarea es curar las heridas de la humanidad, a nivel personal, en las relaciones entre las personas y también entre los países. Nos enseña a reconectarnos con el amor divino. Favorece la creatividad y la espiritualidad. Tiene buen sentido del humor, trae risa y alegría cuando las personas están reunidas.

Ayuda a superar el estrés de los exámenes y a restaurar el equilibrio y la unidad en todos los aspectos de nuestra vida.

Se sitúa al Oeste, o sea que muchos de los pedidos que realizamos pueden ser hechos mirando en esa orientación. Rige el elemento Aire.

Su día de la semana es el miércoles .

Su planeta Mercurio que está asociado con el pensamiento y el aprendizaje.

Rige el chakra del corazón.

Tiene a la malaquita y el zafiro como gema y el perfume de las violetas.

Como él mismo se presento en el Libro de Tobías: “Yo soy Rafael, uno de los siete ángeles que están siempre presentes y tienen entrada a la Gloria del Señor”.

Se dice que ayudó a Noé a adquirir los conocimientos necesarios para construir el arca y a Salomón a construir el gran templo, dándole un anillo con el sello del pentagrama que es uno de los símbolos médicos más antiguos.

Originalmente su fiesta era el 24 de octubre, la reforma del calendario de la Iglesia la llevo al 29 de septiembre junto con Gabriel y Miguel.

Se dice que a otorgado a la tierra su regalo de 144 piedras blancas, cada una de ellas dotadas de un poder sanador.

Su presencia en el mundo será la señal de que está cerca una nueva manera de vivir para la especie humana, ligada más a la sanación mediante Dios, que a cualquier otra forma de sanación tradicional o alternativa.

Arcángel Gabriel

Gabriel nos guía, nos da el don de la profecía. Su nombre significa: “Dios es mi fuerza” o “Dios es mi protector”,  literalmente quiere decir “gobernador de luz”. En la tradición cristiana es quien anuncio el nacimiento de Jesús y la saludó con el Avemaría. También el Corán incluye este relato.

El ángelus es la oración católica romana que honra la anunciación.

Gabriel es quien ayudó a moisés a escribir La Tora y le entregó a Mahoma el Corán.

Trae alegría, amor, felicidad, y esperanza a la humanidad. Tiene que ver con los nuevos comienzos, rejuvenecimiento, resurrección y nacimiento. Ayuda en las visiones y nos hace entrever el futuro. Se sitúa al Este,

rige el elemento agua,

su día de la semana es el lunes

su planeta, la Luna.

Rige los chakra: sacro y el 3er ojo.

Arcángel Uriel

El nombre Uriel significa “Fuego de Dios”. Él es quien le lleva a la humanidad la luz de Dios o la llama divina. Se lo considera el Arcángel de la Tierra y tiene la misión de protegernos de inundaciones, terremotos y otras catástrofes.

Se cree que fue quien advirtió a Noé  sobre el peligro del diluvio.

Uriel es el intérprete de las profecías. Generalmente se lo presenta con un rollo o libro. Su nombre no es mencionado en las escrituras canónicas. Significa Dios es mi luz o Fuego de Dios.  Ha recibido distintos nombre: Auriel (luz de Dios), Hamiel (Gracia de Dios), Hanael (yo, el Dios) y Phanael (el rostro de Dios). Suele aparecer encontrándose con los discípulos de Emaus. Nos brinda serenidad de espíritu, paz devoción divina y nos ayuda a servir a otros.

Fue removido por la iglesia católica de la Jerarquía angélica. Las iglesias egipcia y etíope lo celebran el 28 de julio con San Uriel.

Es el guardián de los espíritus de la naturaleza: gnomos, silfos, ondinas, salamandras, hadas, y espíritus que viven en los elementos  fuego, tierra, aire y agua. Estos espíritus ayudan a la naturaleza y mantienen el mundo lo más bello posible.

Ayuda a liberar el dolor y traumas del pasado. Trae paz y tranquilidad. Estimula la creatividad de músicos y escritores.

Dicen que Uriel trajo a la humanidad el gran regalo de la alquimia. Se sitúa al Norte. Rige el elemento tierra, su día de la semana es el viernes y su planeta, Venus.

Arcángel Miguel

El nombre miguel significa “quien es como Dios”. La biblia lo llama “uno de los primeros príncipes, el gran príncipe.” Luchador poderoso con sus enemigos, se lo considera el ángel protector del pueblo de Dios, el ángel de Yahvé que se contrapone a Satán. En las pinturas renacentistas se lo representa vestido con una armadura que simboliza su fortaleza, coraje, verdad e integridad. Es el más grande  y antiguo de los arcángeles, está a cargo del ejército celestial y en el arte aparece luchando contra una serpiente o un dragón que representa a Satanás.

Lo encontramos mencionado en los textos religiosos de las tradiciones cristianas, judías e islámicas trabajando para crear un mundo de paz y armonía.

Según el apócrifo Libro de Adán y Eva le enseñó a Adán las tareas de cultivo y cuidado de los animales y, también se dice que fue quien detuvo a Abraham cuando iba a sacrificar a su hijo Isaac. Se cree que libero a Daniel de la jaula de los leones y fue responsable de las plagas en Egipto que dieron como resultado la liberación del pueblo de Israel. Se le apareció a Josué y también a Gedeón cuando estaban combatiendo a sus enemigos.

En la tradición judía lo consideran el guardián de las llaves del cielo y el protector de Israel.

En la tradición islámica se considera que Mika´il es el encargado de las fuerzas de la naturaleza.

Juana de Arco lo oía y veía desde los 13 años y recibió de él aliento y coraje para el combate.

La Iglesia ha tenido siempre una gran devoción al Arcángel San Miguel, especialmente para pedirle que nos libre de los ataques del demonio y de los espíritus infernales.

Se lo conoce como Indra en el Rig Veda de la India, como Vahman en el Denkard persa, Marduk en la epopeya de la creación babilonia y Apolo en el libro de Homero. Se lo ha asociado también con Anubis el dios egipcio que “pesaba almas”. Ya los caldeos lo consideraban un espíritu protector. Es la figura representativa en la lucha continua entre las fuerzas del bien y  del mal.

Los manuscritos del Mar muerto lo llaman el príncipe de la luz, el guerrero que lucha con las fuerzas de la oscuridad. Es visto como guerrero que enfrenta incansablemente las fuerzas del mal. Se sitúa al sur, rige el elemento fuego, su día de la semana es el domingo y su planeta, el Sol. Es quien nos protege y favorece en nosotros la comprensión, paciencia y motivación. Su fiesta se celebra el 29 de septiembre.